31.5.06

Bajo los adoquines...


Chile, Mayo del 2006.

De a poco. Un rumor lejano. Una ola que va creciendo.

Se cansaron de pedirlo, de decirlo en diálogos que sólo buscan desgastar las fuerzas y las ganas, y que nunca terminan en nada.
Ellos perdieron la esperanza que tenían en la educación, como una oportunidad de crecimiento e igualdad.

El Estado, sus políticas públicas, sus promesas de desarrollo y de equidad, de democratización y participación, pierden toda credibilidad ante los ojos que ven todos los días miles de formas de discriminación y desigualdad. Las escuelas se han convertido en un espacio que sólo reproduce la marginalidad y que deja a miles de jóvenes con los sueños en las manos y sin horizontes.

¿Cómo seremos el futuro si no somos el presente?
, decía uno de los carteles en alguno de los Liceos en toma.
De a poco. Como una ola que crece. Como en otro Mayo de otro hemisferio. Esta vez no son universitarios, sino estudiantes secundarios. Se cansaron y están despertando. Se están dando cuenta de que que su voz es fuerte.

Y me emociono y veo todo un poco más verde.
Quién dijo que todo está perdido...



25.5.06

Paralelismos


















Ayer una mujer que estaba sentada a mi lado en el colectivo, me quedó mirando y me pidió mi mano para leerla. Me acordé del cuento de Cortázar, y mientras ella me decía que mi línea de la vida estaba cortada, que el monte de Venus y la sensualidad, y que sólo iba a tener tres grandes amores en la vida, yo pensaba en una línea que salía de un sobre y recorría cuadros, calles, buses, medias de nylon, aduanas y puertos, hasta llegar a un barco y entrar a la pieza y llegar hasta un hombre y confundirse con la línea de una mano suicida...


Hoy recibí un correo de O. donde me decía que tenía que ver ésta página, que la había encontrado ayer por casualidad y que se había acordado enseguida de mi y que quién más podría entender la emoción de ese descubrimiento.

Todavía no le cuento la otra extraña coincidencia detrás de la suya, ni la emoción, ni el estremecimiento.

Seguro que hasta fue a la misma hora.

Imagen: Escher

22.5.06

Fe en el caos...


Anoche volví a ver Pi, después de harto tiempo. Cuando la vi la primera vez estuve meses mirando al mundo en todos sus detalles, imaginando códigos, señales, patrones escondidos en las hojas de los árboles o en las gotas de lluvia en los charcos. Y pensaba en las caracolas, y los espirales, la proporción áurea y todas esas cosas que siempre me han dejado una sensación de importantísimo misterio y que jamás voy a entender completamente...

Ahora me pasa lo mismo. Me desperté pensando en Las Causas de Borges, o El Ruido de un trueno de Bradbury y se me mezclan las cosas y lo del aleteo de la mariposa en Tokio... y pienso como siempre en las casualidades, en las decisiones en la vida, en el camino de la izquierda en vez del de la derecha, la Maga y Horacio encontrándose en las calles de París. En la casualidad (o el destino) de que justo anoche, la película, los mismos comentarios, la misma certeza de que todo por un momento calza perfectamente, los cristales del caleidoscopio, el reflejo en el agua calma...

Y la sensación recurrente de que quizás, detrás de todas estas cosas pequeñas confluyendo que de pronto fijan un momento en el tiempo, hay un patrón o una camino ya escrito...



(E inevitablemente Cortázar... que lo dice tan como a mi me gustaría decirlo.)

"Hay esa máquina que llaman casualidad, un invisible juego de engranajes de agua o aire que transmite sus fuerzas por la vía del tiempo o las acumula en labios, en silencios, en tanta cosa como un zarpazo a la espera (...) Ninguno de los dos sabía que ese contacto era a la vez casual y causal, que los engranajes de aire y agua obedecían a esos impulsos que un nivel de la inteligencia separa taxativamente en territorios de ley y territorios de azar, pero que otro nivel intuye como una sola fluencia..."


16.5.06

Ritos de paso...



El paso de una etapa a otra. De la niñez a la adolescencia, de la soltería al matrimonio, de la vida a la muerte. La línea que separa un antes y un después.

El mío es un paso más pequeño, seguramente imperceptible para el resto de mi mundo... Nueva etapa, página en blanco, vuelta a empezar. La vida abriéndose en miles de direcciónes, obligándome a crecer, a mirar desde otra parte.

Ayer fue mi ceremonia personal. Cambié todo en mi pieza. Acerqué la cama a la ventana, colgué miles de cosas que estaban guardadas esperando... Modigliani y Klimt, caracoles y piedras, los amuletos de Bahía, las velas, los espejos. Hoy me corté el pelo, después de casi toda mi vida de tenerlo hasta la cintura.

Hoy amaneció con sol, después de varios días tristes y oscuros.

Buen augurio pienso, y sonrío despacito...


Imagen: Gustav Klimt, El árbol de la vida.

9.5.06

Sur...

Vuelvo a mi Sur... a mi cama, a mis sábanas. Al aire frío y puro, al otoño rojo de los bosques australes. Vuelvo a mi refugio para encontrar mi centro, para pensar estos cambios que se vienen y abrir todas las ventanas para que entre lo bueno que puedan traer.
Abro las cortinas para que entre la luz oblicua del sol de estas latitudes. Abro una croquera nueva para empezar en blanco.
Otoño y lluvia y hojas rojas.
Otra vuelta en espiral...