21.8.06




Soltar todo
y largarse, qué maravilla.
Atesorando sólo huesos nutrientes,
y lanzarse al camino pisando arcilla,
destino a las estrellas resplandecientes.

Pantalones raídos, zapatos viejos,
sombrero de ventisca, ojo de garra,
escudriñando enigmas en los espejos,
y aprendiendo conciertos de las cigarras.

Con amores fugaces e inolvidables,
con parasiempres grávidos como espuma
y el acero afilado de los probables
colgado vigilante junto a la luna.

Soltar todo y largarse, qué fascinante.
Volver al santo oficio de la veleta
desnudando la vida como un bergante
y soñando que un día serás poeta.



Silvio







5 comentarios:

Juan Pablo Belair dijo...

y que ganas de quedarse en esos sueños donde en la fugacidad de un segundo somos poetas, que supone en el mismo segundo haber escrito miles de versos de amor, odio, locura y muerte, que supone una vida para comprenderla antes de escribirlos, y que supone estar durmiendo para luego despertar y recordar entre sonrisas...

...por qué tan lejos?

Rodrigo dijo...

saludos querida D., Austral de briza azul...

soltar amarras y volver circunferencia la vela mayor,
olvidar la agenda y el reloj de los otros,
cantar a duo con la briza inquieta,
cortar papel y caña,
tomar la bola de hilo y atar al mastil un volantin de colas multicolores....

asi nada más, por amor a uno mismo.

Te dejo mi cariño, un abrazo y un beso.

Lila Magritte dijo...

Vivir como se pueda pero intensamente.
Abrazos.

Rodrigo dijo...

saludos....¿ a que lugar te llevó la veleta de tu alma?...

Alberto Espejel Sánchez dijo...

creo que tu D no es de Dolor sino de Destino, y una pieza así sería parte de tu soundtrack personal