Los ritos cotidianos. El café de la mañana.
Los Misterios de Eleusis. Las velas y los epejos.
Los juegos como ritos. La ceremonia del té.
Los cuentos antes de dormir.Las galletas de la fortuna.
Los ritos de iniciación. El Hain de los Selk'nam.
Los baños rituales en el Ganges. Los ritos de paso.
Los baños, las danzas, los juegos rituales.
Los ritos de la memoria y del olvido...
El fuego, el vino, el recuerdo de tus labios en mi piel...
...el rito de intentar olvidarlos...
4 comentarios:
Prefiero creer en los ritos no desde una perspectiva psicopatológica. Me gusta más la idea de ritualizar lo que nos parece sublime o divino (sin querer parecer confesional). Me encanta por ejemplo el rito de agrupar palabras en semiestructuras y que juntas tengan el poder de lanzarte por algún tiempo indeterminado fuera de la efímera certeza de dónde estás.
A propósito de ritos gracias por tu respuesta llena de puentes, películas y anticasualidades.
Qué maravilla los ritos. Sobre todo me gustan aquellos que no sirven para nada en concreto, los ritos románticos, los ritos provocados por esa multitud de neurosis inocentes y no tanto que marcha por la avenida que llevamos en el corazón.
el niño y la madre, el juego ritual por excelencia, ese encanto primigenio es, para mi, el llugar al que intentamos viajar a través de la infinidad de esos mismos ritos adultos.
La ausencia en una mañana de martes. La lectura de un blog. La enigmática letra D con sus puntos suspensivos. La imagen congelada. Mis párpados teñidos por una pantalla que me mira. Un cíclope de cristal quiere mostrarme un mundo nuevo. Mi ritual, sí...El ritual de querer estar siendo.
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